¿Sabes cómo se desarrollan las plagas gracias al cambio climático?

Sin lugar a dudas, el accionar del ser humano tiene un impacto directo sobre el entorno que lo rodea. Pero ciertas acciones están generando repercusiones nocivas para el planeta y todos los seres que lo habitan. Se trata de una de las mayores amenazas a las que se enfrenta (y enfrentará) la humanidad a corto plazo: el cambio climático.

Cada vez se tiene un mayor conocimiento de todas las consecuencias que estos cambios están provocando, en este caso nos centraremos en cómo algunas plagas de insectos vectores de enfermedades pueden ser favorecidas con esta situación.

Los artrópodos (insectos, arácnidos, reptiles, etc) son seres vivos de sangre fría cuyo metabolismo no les permite mantener una temperatura constante y dependen de la temperatura del ambiente donde se encuentran. Es por este motivo que el fenómeno del cambio climático influye de forma directa sobre su biología y en las enfermedades que pueden transmitir. Generalmente, las temperaturas por debajo de los 0°C o por encima de los 40°C les resultan letales.

Solamente en España se ha elevado 1,7°C la temperatura media anual desde la época pre industrial (especialmente a partir de la década de los años 70), y las previsiones para la próxima década son al alza, con incrementos de 0,4°C en invierno y de 0,6 a 0,7°C en verano.

A continuación, te compartimos algunos de los cambios más relevantes en el comportamiento de algunos insectos por este motivo:

 

  • Las heladas persistentes son cada vez más limitadas en su duración y menos generalizadas, por lo que disminuye la mortalidad de estas especies asociada a las bajas temperaturas.
  • Se produce un aumento de período de actividad: mosquitos, pulgas y garrapatas adelantan el inicio de su actividad y retrasan el momento de su cese.
  • Esto les ha permitido colonizar zonas de bajas temperaturas y progresar en la altura, facilitando la aparición de enfermedades en otras zonas donde antes nos las había.
  • El aumento de temperaturas genera una mayor deshidratación, algo que genera la necesidad de alimentarse con más frecuencia. Eso implica más picaduras.
  • No es una cuestión solamente de plagas, el cambio climático también favorece la transmisión de enfermedades, ya que los patógenos son seres vivos que dependen de la temperatura para poder multiplicarse (los incrementos en las temperaturas provocan una aparición más temprana y un aumento del período de transmisión).
  • Otro factor importante es que el metabolismo de los artrópodos se acelera, por lo que envejecen y mueren antes.
  • Algunas especies también están adaptándose especialmente a las ciudades, donde se genera un mayor incremento de las temperaturas que en ambientes naturales.

 

Aunque pueda parecer una frase hecha, esta situación no es irremediable, pero depende de cada uno el poder revertir la tendencia actual. En EZSA somos conscientes de las consecuencias devastadoras del cambio climático, por eso trabajamos solo con productos respetuosos con el medio ambiente.