Las arañas pertenecen al grupo de los artrópodos y cuentan con una amplia variedad de especies: en total son unas 45.000 diferentes. Tienen cuatro pares de patas y pueden llegar a medir 30 centímetros. Algunas poseen potentes venenos que pueden poner en riesgo la vida de las personas (aunque rara vez se trata de especies domésticas).

Son capaces de producir seda que utilizan para tejer complejas redes de telarañas, que principalmente usan para cazar otros insectos. Estas sedas pueden parecer hilos frágiles pero son más fuertes que un hilo de metal del mismo grosor.

Muchas especies de arañas son plagas domésticas. Pueden encontrarse donde sea que tengan alimento disponible: todas las arañas son depredadoras y se alimentan principalmente de insectos y otros artrópodos pequeños.

En el caso de las hembras, algunas especies son capaces de comerse al macho antes, durante o después de la cópula.

No es habitual que las arañas piquen a las personas, y cuando lo hacen suelen tener poco o ningún efecto y poca importancia médica. Aunque también existen algunas especies que pueden provocar daños severos para los humanos.

La mayoría de las arañas son una molestia principalmente debido a sus telarañas. No obstante, pueden ser beneficiosas ya que comen muchos tipos de insectos, incluyendo aquellos que pueden formar una plaga.

Es más probable que las arañas busquen refugio durante el otoño con el fin de asentarse en ambientes cálidos para pasar el invierno. Pueden vivir aproximadamente 1 año y han colonizado prácticamente todo el mundo, excepto la Antártida.

¿Cómo identificar una plaga de arañas?

• La manera más sencilla es encontrar telarañas, ahí es donde las arañas cazan y pasan la mayor parte de su tiempo.
• Algunas arañas eligen vivir en madrigueras o escondites como rendijas y agujeros, por lo que también hay que estar pendiente de estos espacios pequeños.
• Si se trata de un espacio en el que habitan otros insectos, lo más probable es que haya arañas ya que son depredadoras de hormigas, moscas, polillas, etc.